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De La Salle Ediciones

Speculum coniugiorum III. Matrimonio y divorcio

Speculum coniugiorum III. Matrimonio y divorcio

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En 2009 salió la primera de las tres partes del Speculum coniugiorum. En abril de 2013 salió la segunda de las tres partes. En noviembre de 2013 ha salido la tercera y última parte del importante manual universitario de fray Alonso de la Vera Cruz. En el inicio de ésta parte, dice fray Alonso: "Terminado el tratado del matrimonio en sí y de todos sus impedimentos relativamente a los no bautizados, nos falta tratar de cómo a veces el matrimonio se disuelve. Asimismotrataremos de cómo hay que proceder para celebrar el divorcio. Ahora bien, para hablar del divorcio es necesario notar que el divorcio se considera de un modo según las leyes civiles y de otro modo, según las leyes eclesiásticas. En efecto, según las leyes civiles significa la separación del matrimonio en cuanto al vínculo (Digesto, De diuortijs, l. Diuortium). De allí que se denomina divorcio por la diversidad de las mentes. En efecto, los dos no son de una sola mente para decidir de permanecer juntos. En cambio, según los estatutos de la Iglesia, divorcio se toma como la separación de los cónyuges, permaneciendo íntegro el vínculo del matrimonio...“ A lo largo de los 20 artículos de esta tercera parte se expone la realidad del divorcio; sin embargo, para que se cultive la indisolubilidad del matrimonio, fray Alonso define el matrimonio como comunidad de amor destinado a crecer. Las dificultades y las adversidades vividas conjuntamente por los esposos son ocasiones para crecer en un amor cada vez más sólido y realista. En efecto, el enfriamiento y la ruptura no suceden de pronto; se vienen gestando progresivamente cuando la relación se va contaminando de egoísmo, de resentimiento y de rechazos. La ausencia de diálogo es lo peor que le puede suceder a los esposos. Ahora bien, si los esposos viven la Indisolubilidad de la unión conyugal, pueden alcanzar la finalidad del matrimonio, es decir, la procreación y la educación de la prole y la realización reciproca de su vida afectiva.
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